martes, 26 de julio de 2011

THE LOVE BOAT (BARCO BALI - MAKASAR)

    Llegó el gran día, nuestro crucero pasara por Lombok, Sumbawa y Flores hasta llegar a nuestro destino en Sulawesi, Makasar.

8:00 AM. A punto de subir al barco
    El barco zarpaba a las 9 de la mañana, así que debíamos estar allí a las 8 de la mañana. Cuando subimos al enorme barco, nos dimos cuenta que lo de la clase económica igual no había sido buena idea y conseguir una  cama no era tarea nada fácil. Ya estaban todas las "camas" ocupadas. Estuvimos subiendo y bajando hasta que un señor nos indicó que acababan de abrir otro dormitorio en el tercer sótano, así que a correr se ha dicho y metiendo codo llegamos a tiempo y conseguimos un par de huecos en la tarrima. Ahora solo faltaba conseguir las colchonetas. De eso se encargó Ali y su vena Punky. Tras descartar la colchoneta vomitada, consiguió un par de ellas.
    Bueno, pues ya estábamos instalados, nuestra cama, provisiones del carrefour, keatle para los cafés solubles y nuestros ya tan socorridos noodles de bote. Ahora sólo faltaba llegar y no desesperarse. Algo difícil por cierto.
    Eramos los únicos guiris en todo el dormitorio y por supuesto la atracción favorita de niños y mayores. Era como volver otra vez a India, en lo bueno y en lo malo.    

Nuestra habitación... compartida

Qué guapa!
    Como habíamos dormido la poco la noche anterior, al poco rato de subir, nos quedamos dormidos. Nos despertamos a las 3 horas sudando como pollos. En la habitación no había ni un misero ventilador. Empezaba la fiesta!!! Llegó la hora de la comida y como venía incluida en el crucero, a por ella que fuimos. Nuestro gozo en un pozo cuando vimos la papilla de arroz y un pescao hervido de cuyo aspecto no queremos acordarnos. En fin, menos mal que haciendo caso a los sabios consejos de la Tita Pitu, siempre llevamos el chusco de pan en el bolsillo, como ella dice.
    Las horas pasaban leeeentamente. Salíamos a cubierta, volvíamos al dormitorio. Joder que calor!. ¿Vamos para fuera?. Otra vez para arriba. Y así todo el día, y durante todas las idas y venidas la gente nos paraba y decía: Hello mister! Incluso a Ali.

En cubierta

Coleguita
     Llegó la hora de la cena. Imaginaros cuál era el menú. Pues sí, lo que les había sobrado de antes. Así que, de vuelta a comer noodles.
    Como el calor era insoportable, las colchonetas muy duras y la tele la tenían a todo trapo, decidimos doparnos para dormir y pasar el mayor numero de horas inconsciente. Este lexatín va por tí Carmina!!!
    A la mañana siguiente ya sólo nos fataban unas 36 horitas. Pues bien, empezamos a relacionarnos como podíamos con la gente del dormitorio. La comunicación se basaba en señas y en decir frases hechas que vienen en la "Loly". Parecíamos Rafael cantando el "in the guetho".
    En uno de nuestros paseos por el barco, subiendo por unas escaleras, Parra empezo a acelerar el paso. Ese ruido lo conozco, eso es, eso es, eso es... El Pro!!!! Los ojos de plato de Parra no daban crédito a lo que tenía en frente. Dos televisores con dos peazo de Ps2 trucadas con un huevo de juegos a elegir. Y todo ello por el módico precio de 80 cts de euro la hora. Alicia empezo a temblar pensando en la idea de afrontar todo el viaje sola, así que tras unas cuantas partidas, Parrita se apiadó de Ali y volvimos al dormitorio.
Parra engorilao

    El barco volvía a hacer una parada más y subimos a cubierta a ver como era el puerto. El puerto no había quién lo viese, era una marabunta de gente intentando salir y entrar al barco. Así que volvimos a abajo no vaya a ser que algún listo nos quitase las colchonetas. Cuando el barco zarpó no lo podíamos creer, no era overbooking más bien era naufragio asegurado. Madre mía, no cabía ni una caja, ni un saco más de comida.

 
Puerto de Lombok
    De nuestro dormitorio se fue una familia de 5 personas y en su lugar entraron una de 20. No exageramos, los contamos y no estaba al completo. Era un papá con 19 hijos/as. Faltaban las madres, sí en plural, aquí se practica la poligamia.


Los más pequeños

Parrita y la familia Trap

El abuelo que daba de fumar a su nieta de 4 años


     Los efectos del largo viaje empezaban a causar estragos en la gente, sobre todo en los niños. Así que entre vomitos, lipotimias y escupitajos pasamos las últimas horas en compañia de una familia encantadora. Pasamos mucho tiempo jugando y haciendo mimos a un bebé y a una nena. 

Ali y su pequeña amiga
 Tras 60 horas de trayecto, llegamos a Makasar. No lo podíamos creer. Estabamos eufóricos. Pero, tras un momento de lucidez, nos acordamos del puerto de Flores, el de la marabunta. Ahora éramos nosotros los que necesitábamos salir de allí. Ali, al borde del ataque de pánico, no podía afrontar la situación. Es indescriptible. La puerta de salida era un embudo humano. Cuando nos dimos cuenta que las familias con niños no salían del barco, decidimos esperar tambien. Después de una hora intentando Parra, tranquilizar a Ali, una señora nos hizo un gesto como diciendo: Por aquí,, seguirme, que tenéis unas caritas de pardos, Así que nos armamos de valor y entre empujones, nos dejamos llevar por la marea humana hasta salir del barco.
    Y sí amigos, este ha sido nuestro crucero romántico por el Archipiélago de Nussa Tengara y Sulawesi. Pa habernos matao. A pesar de la dureza y el coñazo que es, creemos que es altamente recomendable. No paramos de reírnos cada vez que nos acordamos y es una manera fácil y barata de compartir momentos y esperiencias con la gente local.
    Ya estamos en Makasar. A ver que aventuras nos depara Sulawesi. De momento la cosa pinta muy, pero que muyyyyyyyyyyyy bien!!!

1 comentario:

  1. Me parto! sois buenisimos. Lo mejor es Parra engorilao con la PS2, yo habria hecho lo mismo.

    Besos desde Siberia!

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