La llegada a Haridwar fue muy esperada, tras las casi 5 horas pasadas en el tren (del que ya sabéis la historia). El acoso fue inmediato, aunque menor que en Delhi. Decidimos ir a pie hasta la zona de los hostalillos. Eso sí, con los mochilones a cuestas.
Haridwar es un pueblo que está en el estado de Uttarakhand. Es famoso por ser considerado Tierra Santa y lugar de peregrinación, ya que el Ganges pasa por este pueblo y está muy cerca de su nacimiento en el Himalaya.
Ojeamos unos cuantos hostales, cada cual peor. Tras caminar una hora, teníamos la espalda reventada y nos quedamos en uno que nos pareció algo más limpio (bueno limpio… ejem, ejem). Y por 300 Rupias (5 € los dos), qué más se puede pedir. Nos aseguramos que tuviese agua caliente, ya que otros no tenían. El señor, muy amable nos dijo que solo teníamos que llamar por tlf a recepción, marcando el 9 y tendríamos agua caliente.Ok!!
Muy bien, sin mochilas ya, nos fuimos a buscar un sitio para cenar. Al ser temporada baja, aquí no funcionó nuestra técnica de buscar sitios con occidentales comiendo. ¡Había que jugársela!. Tras caminar la calle principal, varias veces (que era bastante larga), entramos en uno al azar con más o menos buena pinta, aunque algo caro (5€ los dos).
Parece mentira, pero al adaptarte a los precios y la moneda local, 5 € parecen una fortuna y nos vemos, a veces, regateando por 1 € y por mucho menos también!!.
Volvimos al hotel y sin estar tan cargados con las mochilas, ya no nos parecía ni tan limpio, ni tan guay. Ahí fue cuando nos dimos cuenta que las sábanas no eran oscuras, sino blancas y llenas de manchas de todos los colores (algunas muy sospechosas), os lo dejamos a vuestra imaginación. Menos mal que tenemos los sacos. A esto se sumó el frío y la humedad de la habitación, claro… había una ventana gigante en el baño sin ventana!!!. En fin, pasamos la noche como pudimos.
A la mañana siguiente, deseando darnos una ducha, descolgamos el teléfono y… no funcionó, está roto (era de imaginar). Bajamos a pedir que nos “conectaran” el agua caliente. El señor, muy amablemente, dijo: ¡ya mismo! Al ratito el agua caliente seguía sin salir. De repente un Toc! Toc! Toc!, a la puerta:
- Si????!!!!
- Hot water!!! – dijo una vocecilla.
- Cómo qué hot water???
Y sí, ahí estaba el chavalito del hotel, con un cubo de 15 litros de agua caliente (muuuuuuuuyyyyyyy caliente). Así que no nos quedó otra, que lavarnos por provincias y a cubazos. WELCOME TO INDIA PARRALI!!!!!
Salimos de ahí corriendo en busca de otro hostal y a visitar el pueblo.
Visitamos varios templos, incluso en uno cogimos un teleférico para subir hasta él. Y miedo daba! Parecía un teleférico de los Playmobil.
Después de visitar ese templo, nos dirigimos a nuestro rickshaw. El tipo nos llevó a otro templo, precioso por cierto. En la puerta nos esperaban sus colegas para ver que podían sacarnos. En fin…vaya pardos!!!!No sabemos aún ni cómo, nos vimos descalzos, con los pies metidos en el rio (algo muy desaconsejado por todas las guías), repitiendo unas palabras que decía el supuesto sacerdote y sujetando unas flores en la mano!!!!Parrita con cara de culo y Alicia con los dedos de los pies tan levantados que casi le tocaban la tibia. Al terminar la “experiencia religiosa” el sacerdote no dudó en pedirnos 400 o 500 rupias!!!!casi nada!!Mira chavalito toma 10 rupias y te aseguro que esto no nos vuelve a pasar!!!! Eso sí, nos reímos muchísimo!!!
Dimos por concluido nuestro día de templos y buscamos un lugar para cenar. Nos sentíamos valientes y elegimos uno lleno de familias hindúes. UY!!!Aquí no hay menú en inglés….bueno pidamos esto!!!Joder!!!cómo picaba!!!!Esperábamos que nuestras tripas lo soportasen!!!
hola churritos!!!!
ResponderEliminarjajajaj me meo con vuestras experiencias!! que guay!! Ay los padawans...que majetes!jejeje
continuaré vuestra pista pequeños y os mantendré informada de mis aventurillas por las africas! A disfrutar se ha dicho!
os quiero!:)
Amaritaaaaaaa!!!un besazo de los Parrali!!!
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