Tras un largo, largo camino y una carretera llena pero que llenita de curvas, por fin llegamos a Moni, n pueblito situado a los pies del Kelimutu. El bus nos dejó justo delante de una casa con un cartel que anunciaba "Silvester Guest House". Preguntamos el precio y después de visitar alguno más decidimos volver a casa del señor Silvester para regatear más a fondo. En su intento de convencernos, nos ofrecía música en directo y comida local a muy buen precio. Como ese día era el cumple de Anita, no pudimos rechazar su oferta. La cosa prometía.
Silvester nos enseñó orgulloso su equipo de música. Era un teclado eléctronico al más puro estilo "gitano con la cabra". Nos mostro todos los ritmos y canciones grabadas de su repertorio. Rodrigo, nos había comentado algo de que se dedicaba a la música, pero cuando se puso a tocar aquel organillo, nosotros y muy especialmente Silvester, no podiamos creer lo que estábamos escuchando. Este chaval es todo un genio del piano!!! Tocaba cualquier pieza de música clásica.
Encargamos la cena y una "tarta de cumpleaños". Era bastante tarde y después de una buena ducha a base de cubazos de agua calentita nos fuimos a cenar. Compartiimos la velada con dos parejitas inglesas que también se alojaban en casa de Silverius, Silvester, Horacius, Ignatius, o cualquier otro nombre que se nos ocurriese.
La cena estuvo muy rica, pero eso fue lo de menos. El plato fuerte fue Silvester, su organo y cualquier local que se pasase a cantar y compartir bebida con nosotros. Silvester desplegó su repertorio musical que iba desde: Lalalala la Bamba, pasando por happy birthday tuyu hasta el archiconocido No woman no cry. Después de unas cuantas cervezas y unos chupitos de vino de arroz local, la cosa fue un desmadre. Todos pasamos por el micrófono y hasta parrita se animó a cantar y bailar.
Todo el momento cumpleaños fue muy subrealista y sobre todo divertidísimo. Seguro que será un cumpleaños inolvidable para Anita y todos nosotros.
Grabamos unos cuantos vídeos, pero al no haber suficiente luz, no se ve un carajo, pero lo importante es el audio. De todas formas, si probáis a verlos desde youtube en pantalla completa, se puede apreciar mejor.
Cumpleañera y su tarta
A primera hora, Silvester y su familia con el Waka, waka
Comenzaba el repertorio
Cantante del pueblo
Los curiosos iban llegando
Y se arrancó Rodrigo con Knocking on Heaven´s Door
Anita y Hotel California
Silvester en pleno éxtasis
El de verde era nuestro favorito
Cristo y su pelo de micrófono cantando Corazón Espinado
En dueto
Y el número 1... Lalalaala la Bamba!!!
Para no perder la costumbre con los madrugones infernales, nos levantamos a las 4 y media y con algo de resaca, para subir al Kelimutu y ver el amanecer. En fin una guirolada más, aunque mereció la pena.
Kelimutu es un volcán de 3 cráteres que se han convertido en lagos y sus aguas son cada una de un color, dependiendo de la concentración de los minerales en cada uno de ellos. Nos pareció un lugar precioso, a pesar de la masificación de turistas a esas horas. aquí van unas fotos y vídeos.
Por qué a estas horas?
Uno de los cráteres estaba lleno de nubes
Amaneciendo
Dream Team
Los otros 2 cráteres
Y, se hizo la luz
Más de lo mismo
No se despejó en toda la mañana
Parrali
La vuelta se podía hacer a pie o en moto, pero como el sueño hacía mella, nos decantamos por la moto. Bajando, pudimos ver arrozales y disfrutar de las maravillosas vistas desde lo alto.
Foto robada a Rodrigo
Arrozales
Después de una muy merecida siesta, estuvimos toda la tarde "touching the balls". Se empezaron a acercar los hijos, sobrinos, primos, etc. De la muy numerosa familia de Silvester. Pasaron toda la tarde con nosotros, jugando, pintando y haciendo el mono. Casi casi eso, parecía una guardería en lugar de nuestra habitación.
Watermelon, aprende jugando!
Ranti
Carlitos o Ronaldinho de peque
Iban llegando más
Nuestro próximo destino era Riung. Como los autobuses eran un infierno y la gente local nos decían que las carreteras eran todavía peores, TODAVÍA PEORES!!!! Pensamos en alquilar un coche,que aunque era un poquito más caro, así nos ahorraría en tiempo y salud.
El camino fue un infierno de todas formas, y al llegar a Riung, lo de encontrar alojamiento fue toda una odisea. Elegímos este sitio por que había que volver a Labuanbajo y no queríamos retroceder sobre nuestros pasos. También buscábamos un tiempito de relax y algo de playa. Todos los hoteles o estaban llenos o eran una mierda, pero mierda, mierda. Y eso que nosotros no somos muy tiquismiquis, pero había que verlos.
Un tipo, nos ofreció, a un precio disparatado ir a visitar las islas o bien, nos podía incluso llevar hasta Labuanbajo en barco. En seguida nos dimos cuenta que ni el barco era suyo y que lo único que quería era ganar un dinerito fácil con nosotros. Pero eso nos dió la idea de volver a Labuanbajo en barco, pero en lugar de hacerlo en 11 horas, podíamos pasar alguna noche en el barco. Así que nos dirigimos hacia el puerto, a ver que podíamos conseguir.
De camino al puerto
Como nos seguían, decidimos hacernos una foto
Niño entre los arrozales
Fue ahí, donde conocimos a Adam. Pero esto ya os lo contaremos otro día.
Está siendo una tarea muy difícil para nosotros el escoger las fotos de nuestro recorrido por Flores. No queremos sobrecargar el blog de fotos, pero es imposible descartar muchas de entre las cientos de fotos y vídeos que hemos hecho. Así que a partir de ahora los posts van a estar cargaditos de imágenes. Ya hablaremos más adelante de ésto, aunque, sólo decir, que es un destino altamente recomendable. Continuamos...
Los autobuses en Flores son toda una experiencia y un dolor de riñones asegurado, por no hablar de las intempestuosas horas a las que salen, nunca después de las 6:00 am. De las carreteras qué decir... Recorridos de 200 Km son 8 o 9 horitas en autobuses de los diminutos, con las rodillas doloridas y oliendo a pescado seco, durian, y a sobaquera del vecino de al lado. Ah!! también puedes tener suerte y que te vomiten encima (Verdad Anita??)
Desde Labuanbajo a Bajawa, compartimos asiento con un chico mexicano, Rodrigo, la mar de salao .Lleva más de un año viajando, así que pudimos compartir con él unas cuantas aventurillas.
Para sorpresa de todos, al llegar nos dimos cuenta que hacía un frío de cojones, y que íbamos muy poco preparados. Con el moco colgando, nos fuimos a cenar y a la cama prontito, para al día siguiente aprovechar las horas de sol y visitar los alrededores de Bajawa. A diferencia de la mayoria de las islas de Indonesia, en Flores, a pesar de mantener algunas tradiciones animistas, en su mayoría son cristianos.
Alquilamos unas motos y con el deposito lleno, tomamos rumbo hacia la aldea de Bena. En el camino, nos encontramos con un cole. A Ana y Ali especialmente, se les caía la baba. Los niños estaban preparando la fiesta nacional de Indonesia. Es el 17 de agosto y celebran el Día de la Independencia.
Como podéis ver, todos muy limpios!
En el camino hacia las aldeas tradicionales, pudimos disfrutar de espectaculares paisajes y de sus gentes, y era imposible no parar en cada momento para hacer fotos.
Niña Jugando
Cortando bambú para fabricar casas
Desde lo alto
Labrando la tierra
Entierran a sus difuntos en el patio de casa para tenerlos cerca.
Continuamos nuestro camino hasta llegar a la aldea tradicional de Bena, donde viven los Ngadas, que a pesar de ser la que más turistas recibe, te puedes hacer una idea de como vivían tradicionalmente. Casas construidas de paja y bambú, cornamentas y mandibulas de búfalos sacrificados, tumbas de familiares fallecidos al lado de las casas, niños jugando descalzos y con el culo al aire, adultos tejiendo y mascando la nuez de betel o despiojándose unos a otros, gallinas y pollos correteando por la aldea y cerdos en jaulas hechas de bambú. Después de esta aldea fuimos a otra aldea llamada Luba, no sin antes sufrir algunos problemillas con las motos, debido al mal estado de los caminos para acceder a ella.
Puedn estar horas en esta postura
Aldea de Bena
Juguete hecho de madera y bambú
Construcciones en forma de paraguas para la reunión de los hombres y las de tejado para las mujeres.
Bena
Cerdito escapista
Niños de Luba
Hora del despioje
Luba
Se moría de risa con nosotros!!
Luba
La señora más simpática de Luba
De vuelta a Bajawa, para sorpresa de todos, nos encontramos con un partido de futbol local. Parecía todo un acontecimiento, ya que no paraba de llegar gente de los alrededores. Así que decidimos, una vez más, parar de nuevo. El "campo de futbol" tenía dos niveles, y hasta algún que otro poste de electricidad dentro del mismo. No sabemos que fue más divertido, si el partido para nosotros o nosotros para ellos. Todos los niños se nos acercaban tímidamente y los adultos nos miraban sorprendidos de vernos ahí. Lo pasamos genial jugando con los niños y compartiendo fotos con los adultos. Era muy difícil encontrar a alguien que hablase ingles, por no decir imposible, así que toda la comunicación era por señas o utilizando el poco vocabulario que sabíamos en su idioma.
Espectadores
Les encantaba verse en las fotos
El más tímido
Los azules, los locales
Fermín el del banderín
Guapísimas
La preferidda de Anita
Mamá y su bebé
Rodrigo, Ali y Parra.
Tras un largo día de emociones y con muy buen sabor de boca, pensamos en movernos a nuestro siguiente destino, Moni, para visitar los alrededores y disfrutar de los cráteres de Kelimutu, no sin antes pegarnos otro madrugón de escándalo. ¡Pero es qué aquí no saben levantarse a horas decentes! Como diría Rodrigo, vaya mala educación. Jejeje!!!!